- Nombre: 법대로 사랑하라 / The Law Cafe
- Género: Comedia romántica. Legal
- Número de episodios: 16
- Duración de episodios: 1h aprox.
- Año de emisión: 2022
- Cadena: KBS
- Guionista: Im Ji Eun
- Directora: Lee Eun Jin
- Protagonista masculino: Lee Seung Gi oppa como Kim Jeong Ho
- Protagonista femenina: Lee Se Young como Kim Yu Ri
- Plataforma para verla: Viki
Kim Yu Ri es una abogada especializada en acoso sexual, con un carácter fuerte y estrafalario, que decide abrir una cafetería en donde dar consejo legal a todo el que lo necesite a cambio de comprar un café. El establecimiento que alquila para ello resulta pertenecer a su amigo de la infancia, Kim Jeong Ho, el cual cortó todo contacto con ella por un motivos en principio desconocidos.
El hilo conductor del drama es la relación romántica que se desarrolla entre ellos y un evento del pasado relacionado con la muerte del padre de ella. Pero a parte, en cada capítulo se aborda un problema social distinto: acoso sexual, bulling… Así que el drama tiene un gran componente de crítica social.
A partir de aquí voy a ir comentando mi opinión del drama CON SPOILERS, por lo que, si no los queréis, es el momento de dejar de leer.
Pensé mucho sobre si hacer o no esta reseña, porque os adelanto que este drama no me gustó. No es ni mucho menos el peor drama que he visto, pero sí el peor que he visto de Lee Seunggi oppa. Me decidí a hacerla finalmente porque hay sobre todo una parte del drama que me molesta muchísimo, y no he visto a nadie criticarla abiertamente en público, sino todo lo contrario. Por lo que creo que es una reflexión necesaria.
Decir también que todas mis pegas son en cuanto a guion y dirección, pero esto no hace menos doloroso criticar algo en lo que Lee Seunggi ha trabajado tanto. Espero que lo toméis como lo que es, una opinión personal hecha desde el respeto y el amor. Una crítica que tiene presente también el trabajo del resto y que pretende ser constructiva.
De hecho, las actuaciones me parecieron todas muy buenas. Algunas veces me resultaron algo exageradas, pero creo que debido al tono de comedia del drama, y a que a veces encontré el guion era tan ilógico que ni el mejor actor del mundo podría evitar que mi mente saliese de la historia.
Los protagonistas lo hicieron especialmente bien y la química se palpaba entre ellos.
El peso indiscutible lo llevó Lee Se Young, quien creo que lo hizo genial dando vida a este personaje fuerte, con problemas distintos a los amorosos. Tiene familia, amigos y vida al margen del protagonista. Algo que debería ocurrir en todos los dramas pero que sabemos que no abunda. Kim Yu Ri no deja de hacer cosas porque su pareja esté preocupada o celosa, sino que se mantiene firme en sus convicciones. Eso no quiere decir que vaya por libre, lo cuida y se preocupa por él, tanto como lo hace él por ella.
Lee Seunggi oppa estuvo genial, como siempre, dando vida a Kim Jeong Ho. Un hombre reservado, torpe en cuanto a relaciones sociales y sentimientos, que tiende a racionalizar todo primero (un INTP de libro). Solo con una mirada fue capaz de hacerme creer que Jeongho llevaba enamorado de Yuri toda la vida.
Sin embargo, aunque el papel en mi opinión lo bordó, el personaje no estaba demasiado desarrollado. Al principio del drama parece tener un plan más allá de la apariencia de hombre contemplativo que se nos muestra (escribiendo el libro investigando en secreto). Pero en cuanto ella aparece, todo lo de él gira en torno a su amor de infancia. Pasan a importar solo los planes que ella tiene y las emociones contradictorias que parecen controlarla todo el rato (una bipolaridad que a mi personalmente me cansó demasiado).
Los personajes de apoyo pienso que están aún peor aprovechados. No es que no les metieran historia propia, pero siempre es una historia que se nos cuenta y no se nos muestra, por lo que queda insípida. El único del que nos muestran algo, es del barista Seo Eun Kang. Incluso medio desarrollaron una historia de amor paralela. Digo medio porque nunca llega a eclosionar, por lo que me dejó un triste sabor de boca.
En cuanto a la trama, aunque está englobado como un drama legal, a penas hay juicios. Los conflictos tratan de resolverse antes, y habitualmente por vías bastante diferentes a las habituales, casi siempre con tintes de comedia para ayudar a digerir los duros temas que tratan.
Un ejemplo de ello es el capítulo en el que abordan un problema de ruido vecinal y deciden hacer un vídeo en que cada miembro de un grupo de música toca desde una parte diferente del edificio, mostrando así la falta de aislamiento del mismo. Creo que es mi capítulo preferido porque además de que podemos escuchar cantar a oppa, mucha gente se ha enterado gracias a esto de que Seunggi también es cantante.
(Si tenéis interés hay una entrada de este blog sobre Seunggi como cantante, actor y MC)
En los primeros capítulos nos venden esto. Un drama transgresor, feminista, reflexivo, crítico con la sociedad hasta puntos en donde te ríes de lo exagerado que es, fresco, divertido… Pero en cada capítulo va evolucionando hacia tintes menos divertidos y más moralistas. Ya que se van sumando largas discusiones sobre lo que consideran correcto, en vez de simplemente invitar a la reflexión del espectador/a. E incluso con terribles contradicciones con los principios morales que predican.
Hay un capítulo en el que se trata el tema del permiso vs abuso sexual de una manera innovadora. Kim Yu Ri le da un primer besito por sorpresa a Kim Jeong Ho, en un momento en donde los sentimientos se palpan. Un besito, repito. Un pico más cute que otra cosa. Pero luego ella misma se arrepiente porque está manejando un caso de acoso sexual de una clienta y empieza a pensar que quizá lo que ella hizo también debería considerarse como abuso, ya que no le pidió un permiso previo. El capítulo gira en torno a ese hecho de una forma cómica, mientras te hace reflexionar al respecto.
Aunque me pareció exagerado, me sorprendió gratamente que llegasen a ese nivel para recalcar que un contacto sexual del tipo que sea sin permiso, está mal. Esto me generó altas expectativas en lo que vendría a continuación. ¿Me haría replantearme más cosas?
Pero unos pocos capítulos después, Kim Jeong Ho se lanza a un besazo, de esos pasionales, apretaditos y con lengua. Y la protagonista trata de apartarse, incluso trata de empujarlo. A lo que él responde atrayéndola más hacia sí y profundizando el beso.
Ella termina aceptando y devolviendo el beso. Pero ahí, cuando realmente no hubo consentimiento sino un claro rechazo inicial, no hay reflexión. Sino todo lo contrario. Se califica este beso como hot y se habla de lo maravilloso que fue (tanto en el drama como en los comentarios y artículos que he visto en internet). Y lo siento pero esto es lo anti-hot. Me da lo mismo que el rechazo sea por sorpresa, por el nivel de pasión que manifestó, por que no le apetecía, o porque recordó que tenía que cambiarle el agua al canario. Ahí lo que tendría que haber sucedido ante el rechazo es un “vale, me aparto”. Jamás un “voy a profundizar que seguro que cambia de idea”.
Esto me pareció una contradicción imperdonable del propio drama y además me estropeó una relación que hasta ese momento consideraba muy bonita. Y unido al componente machista de casi todos los casos que jamás se menciona como tal, me hizo concluir que realmente no era un drama tan transgresor y progresista como quisieron dar a entender en los primeros capítulos. De hecho hay otros dramas más antiguos que tratan este tema mil veces mejor (como Because this is my first life, por poner un ejemplo).
Pero mis quejas en cuanto al guion van más allá. Hacia el final hay un cúmulo de escenas ilógicas que pretenden tenernos en tensión, pero que a mí lo único que me generaron fue frustración por lo absurdo de la situación.
La más sangrante para mi fue cuando el antagonista tiene a Jeongho a punta de navaja, pero la policía que los está rodeando se limita a esperar a que llegue Yuri a hablar con él (no hay negociador/a). Y cuando el secuestrador noquea Kim Jeong Ho y este cae desplomado al suelo sin estar ya en peligro de ser apuñalado, no le disparan o amenazan con ello. Simplemente dejan que Yuri se acerque al secuestrador, poniéndose así en peligro a tiempo para que Jeongho se despierte, la salve y se lleve una herida potencialmente mortal por el camino, pero no tan mortal como para que no pueda decir la frase final romántica antes del desmayo característico.
Por todos estos motivos The Law Cafe es esa romcom que le pedí a oppa que deseé no haber pedido. Tuvo cosas buenas. Al principio fue muy divertida y entretenida, pero las contradicciones en el guion y la falta de lógica hacia el final me lo estropearon imperdonablemente. Otro actor no hubiese conseguido que terminase de verlo.