- Nombre: 구가의 서 / Gu Family Book
- Género: Fantasía. Drama histórico. Comedia romántica. Acción
- Número de episodios: 24
- Duración de episodios: 1h aprox.
- Año de emisión: 2013
- Cadena: MBC
- Guionista: Kang Eun Kyung
- Directores: Shin Woo Chul y Kim Jung Hyun
- Protagonista masculino: Lee Seung Gi oppa como Choi Kang Chi
- Protagonista femenina: Suzy como Dam Yeo Wool
- Plataforma para verla: Viki
- OST: Gu Family Book OST
Reseña sin spoilers
Este era el último drama que me quedaba de Lee Seung Gi oppa por ver. No me decidía a verlo en parte porque no me gustan los dramas históricos, pero sobre todo porque lo estaba guardando para cuando necesitase algo nuevo de oppa. Y aunque el 5 de Septiembre está previsto el estreno de su nuevo drama, The Law Cafe, lo echaba demasiado de menos como para esperar.
El drama comienza con una trágica historia de amor entre un gumiho y una humana de clase noble, vendida como gisaeng cuando su padre es condenado por traición.
En aquella época al parecer cuando un padre era condenado por traición, los hijos eran vendidos como esclavos y las hijas, como gisaengs. Las gisaengs eran mujeres prostituídas por hombres ricos y por el propio estado, que era el que las tenía en propiedad. No cobraban por ello, eran esclavas, por lo que tenían que conseguir que algún cliente les proporcionase lo necesario para su supervivencia. Eran entrenadas, a veces desde los ocho años, para entretener a esos hombres en más aspectos que el sexual. Se les enseñaba música, danza, poesía… por lo que algunas de ellas llegaron a ser grandes artistas. Generalmente las comenzaban a prostituir a los 16 y las descartaban a los 22 porque después ya se las consideraba demasiado mayores.
No encontré muchos datos sobre cómo sobrevivían después. Al parecer algunas enseñaban a otras gisaengs y otras acababan siendo costureras hasta que cumplían los 50 años, en donde sí o sí se las obligaba a retirarse. Y ya ni idea de cómo conseguían sustento, quizá de sus hijas gisaengs (este cargo tan fantástico se heredaba).
Os podéis imaginar que los primeros episodios no me ayudaron a vencer mi trauma con los históricos. Mucho sufrimiento, injusticia social extrema que se ceba especialmente con las mujeres (sí, como siempre), torturas, muertes… PERO en el capítulo tres salen Seunggi oppa y Suzy por primera vez y el drama da un giro a una vena más cómica que permite descansar un poco de tanta tragedia.
Oppa interpreta a Choi Kang Chi, un ser mitad gumiho mitad hombre, con una predisposición enorme a ayudar a los que lo rodean. En mi opinión este es el personaje de Lee Seung Gi más esencialmente bueno y tierno que ha interpretado. Es alguien capaz dar todo por la gente que ama, hasta el perdón por cosas que en principio parecerían imperdonables. En ocasiones puede resultar algo tonto, por su vena inocentona y juguetona, pero demuestra ser muy inteligente también.
Como podéis intuir, me enamoré profundamente de Kang Chi.
Suzy interpreta a una talentosa espadachina, Dam Yeo Wool, experta en artes marciales y tiro con arco, e instructora en la academia de artes marciales de su padre. Un personaje honorable y valiente, y un zas en toda la boca al machismo de la época.
Las que me conocéis sabéis que me encanta Suzy. Es mi actriz favorita. Y no porque piense que es la que mejor actúa, sino porque siempre escoge papeles que amo. Y esta vez tampoco fue una excepción. La forma en Yeo Wool se arriesga y defiende, lo que cree y ama… me pareció admirable.
La historia principal comienza con lo que parece una repetición del pasado. La familia de Kang Chi cae en desgracia y todos son condenados. Kang Chi y Yeo Wool se ven enredados en una serie de situaciones que hace que ella incline su corazón hacia Kang Chi, a pesar de la advertencia de un monje capaz de leer el futuro de que si lo hace, uno de los dos podría morir. ¿Serán capaces de cambiar el curso de los acontecimientos? ¿Podrán recuperar sus antiguas vidas?
La trama y el ritmo me atraparon hasta el punto de que no pude evitar ver los 24 capítulos en a penas 5 días. Tiene un poco de todo: humor, acción, drama… y un romance de lo más tierno.
Además, en mi opinión, todos los personajes están retratados con mimo. Aunque creo que merecen mención especial:
- El malo malísimo, el cual me resultó tan repugnante que creí que iba a vencer a mi antagonista más odiado de todo dramaland. Es de esos antagonistas sin grises, malos hasta el extremo. Sin embargo dijo algo al final del drama que me impactó (no os lo cuento porque no quiero hacer spoiler, pero es cuando el almirante le pregunta sobre sus motivos para hacer lo que hace. Me dio qué pensar).
El actor que lo interpreta, Lee Sung Jae, me parece que lo hace excepcionalmente bien. Es la primera vez que lo veo actuar y me impresionó cuánto transmite solo con su mirada.
- El almirante. Para mí fue como “el hombre sabio” del drama. Sus líneas están plagadas de joyas, algunas de las cuales hicieron que mi visión de las cosas se ampliase. Especialmente me enamoró este momento:
- La Jefa Gisaeng. Este sí es un personaje plagado de grises. Una persona que claramente ha sufrido mucho y ha hecho todo lo necesario para sobrevivir. Alguien que no es esencialmente cruel, pero que es capaz de serlo cuando cree que es preciso.
Un personaje que llegué a odiar y a admirar casi a partes iguales, y en mi opinión el más real del drama. Me quedé incluso con ganas de conocer su historia.
También hubo cosas que no me gustaron, algunas inevitables, como lo malos que son los efectos especiales (el drama es viejito y se nota). Pero otras fueron evitables. Hubo varios fallos de la historia que me molestaron profundamente, como que se olviden de quitar la pulsera del prota para ciertas cosas, o el hecho de que esas uñas de transformación en gumiho que salen en los primeros capítulos, mágicamente desaparezcan en transformaciones posteriores.
Pero lo paso todo por alto porque adoré muchísimo la segunda historia de amor, ciertas perlas del guión, alguna sorpresa lógica que me llevé con la trama y por supuesto la actuación de los protas. Aunque si esperáis ver en este Seunggi al actor de Mouse, bajad de la nube. Es un drama antiguo.
Como siempre, Lee Seung Gi oppa se esforzó muchísimo para dar lo mejor de sí y conseguir tan buena interpretación. Tuvo que bajar mucho de peso, tomar clases de artes marciales… y, debido a su apretada agenda, grababa día y noche. Por lo que varias veces se desmayó en el set. De hecho, hay una escena en la que tenía que estar encadenado y de rodillas y les llevó todo el día rodarla, por lo que Seunggi estuvo todo el día en esa posición. Kang Chi debía desmayarse, pero Seunggi terminó haciéndolo de verdad. El director decidió no colocar la escena del verdadero desmayo por ser demasiado fuerte. (Fuente: Wiki Drama)
Y algo realmente precioso que si no nombro ni Kang Chi pordía perdonarme, es la OST. Seunggi compuso y cantó una de las canciones, Last Word. Es tan bonita, y pega tan bien con el drama…
(El vínculo que os dejo aquí está libre de spoilers también)
En definitiva, debo darle la razón a mi chingu @missprincesa_. Me encantó este drama a pesar del sufrimiento. Sobre todo por lo lindos que son los personajes principales entre ellos. Lo bien que se tratan el uno al otro, lo que se respetan individualmente, lo que se apoyan… y lo mucho que son capaces de ignorar al resto del mundo… me llegó totalmente a la patata.
Además, es de esas historias de amor legendario que cuando termina el drama, sigues guardando en tu corazón.
Así que yo, una persona que no soporta dramas históricos y que se mueve habitualmente en comedias románticas, os animo a ver Gu Family Book. Pienso que merece mucho la pena. Oppa nunca decepciona.